miércoles, 14 de marzo de 2012

El Curioso Caso Josefina Vázquez Mota

Hasta el día de hoy, ya cuando están definidos los “precandidatos a la presidencia” los cuales ya son candidatos pero la Ley Electoral no deja que se les permite llamarse así hasta que empiecen las campañas por la presidencia, es cuando podemos comenzar a analizar propuestas y trayectorias de los que nos pretenden gobernar.

Si alguien, me solicitara a mí que expusiera mis motivos de por qué voy a votar por quien yo creo que es la mejor opción de gobierno para mi país, me gustaría antes explicarle por quién definitivamente no votaría.

La respuesta es fácil, jamás votaría por Josefina Vázquez Mota (JVM) debido a que no comparto sus ideales ni estrategias, en especial la que “pretende” seguir “acabando” con el narcotráfico, ya que implicaría darle continuidad a esta tragedia nacional, en la cual los únicos que piensan que van ganando al narco son Felipe Calderón, Margarita Zavala y sus hijos. Por otro lado, si bien el PAN mediante la postulación de JVM pretende atraer votos del sector femenino y feminista de los votantes, comparándola con esta oleada de Presidentes mujeres en varios países de América Latina y el éxito que han obtenido dichas presidencias en esos países, no sólo en cuanto a su forma de gobernar, sino me refiero al impacto positivo que han tenido sobre su economía las políticas implementadas durante sus gobiernos, las cuales han promovido el crecimiento económico al mismo tiempo que han disminuido la brecha de desigualdad logrando poco a poco una mejor distribución del ingreso y el acceso a los servicios básicos e indispensables que su población necesita.

Si el argumento de los panistas para convencer a la gente es el anterior, para empezar están cayendo en una contradicción ideológica y hasta de conciencia de clase, pues no olvidemos que Acción Nacional representa los intereses de aquella incipiente burguesía nacional que se oponía a las políticas cardenistas y que han sido siempre los defensores de los monopolios privados, el gobierno minimalista y abogados del neoliberalismo. Para empezar los gobiernos encabezados por mujeres en Chile, Argentina y Brasil han emanado de movimientos políticos y sociales de izquierda. Estas mujeres cuentan con una larga trayectoria política, de lucha, y de un enorme valor.

Basta con recordar que Michelle Bachelet vivió en el exilio, víctima indirecta del golpe de estado ejecutado por Pinochet (a quién JVM admira) y viene de toda una tradición y formación progresista herencia de los 70s.

Dilma Rousseff, perteneció al Partido de los Trabajadores, y estuvo luchando por causas sociales desde su juventud. Cristina de Kirchner también de ideología progresista y descendiente de una izquierda argentina muy nacionalista, durante su presidencia no le ha dado miedo meterse con otros poderes con tal de defender la soberanía nacional, incluso no olvidemos el pleito de la propia Cristina con el entonces presidente del banco central de la República Argentina Martín Redrado, al intentar modificar la autonomía del Banco Central y que este trabajara a favor del desarrollo nacional y no del sistema financiero mundial. No me imagino a Josefina Vázquez Mota cuestionando a Agustín Carstens ni mucho menos obligándolo a renunciar. Hay un común denominador a parte de las inclinaciones políticas de estas tres mujeres, y es: La no aplicación de medidas ortodoxas y dogmaticas emitidas por los organismos financieros, el no seguimiento a la letra de las recetas financieras, recetas que sólo ayudan al desarrollo y expansión las grandes potencias económicas a costillas del empobrecimiento de alguna nación bananera como la nuestra, claro gracias a la mediocridad y falta de valor de sus gobernantes, cualidades (estas últimas dos) con las que cuenta Josefina Vázquez Mota.

En contraste con todo esto, tenemos a Josefina Vázquez Mota, mujer “economista” de la Ibero (a Fox le regaló el título este Instituto, no está de mas investigar…) mujer que una amplísima trayectoria de 10 años de experiencia y dos de faltar a las sesiones en la cámara de diputados. Impulsora y cómplice de la Ley Televisa. Amiga y socia de Elba Esther Gordillo, durante su paso por la Secretaría de Educación Pública, en donde en vez de exigirle a este espécimen que deje de tener secuestrado al sistema educativo mexicano pactó con ella. Coordinadora de la campaña de desprestigio y orquestadora del fraude electoral de 2006 (pregúntenle a Luis Carlos Ugalde), mujer misógina por excelencia ya que representa a aquel partido que está en contra del aborto, sumisión de la mujer y hasta su degradación (no olvidemos cuando un diputado del PAN el año pasado le dijo “Puta” públicamente en la cámara a la asistente de cierto diputado del PT). Entonces, uno puede no representar a toda la gente que forma parte de un partido pero si a sus ideales políticos y económicos, en el PAN ya sabemos que son la no intervención del gobierno, la desregulación, privatización, defensores del mercado pero no de uno competitivo, alcahuetes de los monopolios y apologistas del neoliberalismo a pesar del estancamiento de la economía mexicana, en la cual hasta el día de hoy van 52 millones de mexicanos en la pobreza mas los que se acumulen en los próximos meses.

Es nuestro deber como ciudadanos informarnos y tomar en cuenta todos estos aspectos a la hora de votar, pensar si queremos seguir en el camino del estancamiento económico, aumento exagerado de la pobreza, concentración del 40% de la riqueza del país en sólo el 10% de la población, deficiente sistema educativo, poca competencia, pocas expectativas, inestabilidad social, marginación, narcotráfico, corrupción, 52,000 muertos, inequidad de oportunidades y robo de sueños.

Los invito a que no se dejen, no se rindan, me da vergüenza decirlo porque yo creo firmemente en que los jóvenes debemos ser revolucionarios y antisistémicos pero cuando llevan mas de 40 años manipulando a generación tras generación, la simple existencia de una alternativa diferente me hace sonreír y pensar que no todo esta escrito. Y si esto no se puede, no olviden que si no podemos cambiar al mundo, mínimo no dejemos que el mundo nos cambie.

Agustín Castillo Vidrio

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